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Los componentes mecánicos de un automóvil verdaderamente son algo muy complejo, pues este invento del hombre es el resultado de mucha investigación y una gran variedad de diseño de piezas que se han incorporado a través del tiempo con el fin de mejorar su eficiencia.
Los motores térmicos diésel utilizan ampliamente el turbo, el cual puede presentar fallos. Diagnosticar la avería específica de alguno de sus componentes puede ser un verdadero reto. No obstante, con una buena orientación, es posible comprobar si el turbo compresor de tu vehículo está en buen estado o no. Si te va a tocar sustituirlo. Y decidir si vas a adquirir esa pieza del coche de segunda mano con menos inversión u original, con mayor coste.
Pero antes, necesitas saber lo básico acerca de los turbos para poder determinar sus fallos y es lo que te vamos a explicar a continuación.
¿Qué es un turbocompresor para coches?
Es un sistema de sobrealimentación compuesto de turbinas que aprovecha la energía(gases) que sale de la válvula de escape logrando la mezcla del combustible con los cilindros.
Estos gases son generados por la explosión que ocurre en la cámara de escape del motor, para aumentar la alimentación de aire a la cámara de admisión. De esta manera, se aumenta la potencia sin tener que recurrir al incremento de cilindrada. A su vez, reduce las emisiones de gases contaminantes del motor.
¿Cuánto puede durar un turbo?
Los turbos son diseñados con materiales que han pasado las pruebas de más alto rendimiento, pero no son indestructibles. Con un buen cuidado los turbos podrían alcanzar hasta los 250.000 km. de vida útil.
Por este motivo, la durabilidad de un turbo va a depender del trato que se le dé, así como el mantenimiento preventivo periódico que reciba. De ahí la importancia de realizar el cambio de filtro de aire de admisión y el cambio de aceite tan vitales para su funcionamiento.
Fallos comunes que presentan los turbos
Todos los elementos mecánicos que integran una maquinaria que tiene un uso constante, con los años tienden a sufrir desgates y algo que puede acelerar el deterioro de estos elementos es el mal uso y la falta de mantenimiento.
Los turbocompresores no son inmunes a los embates del tiempo y el uso. Sin embargo, al ser una unidad que está estructurada de muchos componentes, estos pudieran sufrir alguna falla de manera individual, así que podríamos determinar por el tipo de falla cuál de las piezas del turbo necesita reparación. Por eso algunos de estas fallos son las siguientes.
Bote de aceite
Esta falla se puede percibir cuando en la aceleración se nota que el tubo de escape expulsa un humo blanco azulado. Sin embargo, cabe destacar que esta falla no solo es característica del turbo, habría que comprobar que el motor no esté pasando aceite.
Un aspecto destacado de este tipo de falla es que, si al verificar el nivel de aceite te das cuenta de que es muy bajo, entonces debes llevar el automóvil al taller de inmediato, utiliza una grúa para ello.
Sonidos en el turbo
Uno de las fallos más comunes que presentan los turbos tiene que ver con un sonido de silbido o zumbido al acelerar, esto se debe a que las hélices de las turbinas se han desgastado o hay un desgaste considerable en los cojinetes del eje que soporta las turbinas.
La fisura de uno de los manguitos del turbo ocasiona un silbido, lo que trae como consecuencia un menor rendimiento. Si ese es el caso, tu mismo puedes hacer la revisión. Si es una abrazadera suelta, solo debes apretar. Si se trata de un manguito roto puedes reemplazarlo.
Pérdida de potencia en el motor
Al principio esta señal de falla se presenta como un retardo al acelerar, es decir cuando aceleramos el auto para arrancar este se siente más lento de lo normal y también puedes sentir que el motor, cuando está en marcha no rinde en aceleración como antes.
Si eso le pasa a tu coche, es probable que esta falla esté directamente relacionada con el turbo.
Fugas externas
El turbo tiene un sistema de lubricación y enfriamiento que está unificado con el mismo sistema del motor, debido al desgaste del tiempo los sellos internos podrían deteriorarse.
La señal más evidente de que se ha dañado algún sello es que el turbo presente fuga externa de líquido.
Recomendaciones para comprobar si un turbo está bien
Ya que sabemos todo lo relacionado con el turbo, ahora podemos saber con más detalle cómo comprobar si el turbo está bien, por eso a continuación te presentamos los siguientes pasos para que puedas verificar el turbo de manera sencilla.
- Con detenimiento, inspecciona con cuidado todas las partes exteriores del turbo concentrándote en las juntas del mismo a ver si se percibe algún indicio de fluido.
- Desmonta el tubo de succión del compresor, el que va conectado al filtro y pondrás al descubierto la turbina, puedes asegurarte de que esta no esté desgastada por la erosión de partículas que haya podido succionar.
- Con tu mano en la turbina, chequea el juego que pueda tener de forma axial y radial, es decir has un movimiento hacia arriba y hacia abajo y luego hacia adentro y hacia afuera, si el juego pequeño y además no hay sonidos de zumbido es buena señal.
- Una señal de que el turbo está bien, tiene que ver con la potencia del motor, por lo que se podría hacer una prueba para verificar el caballaje del motor, si esta corresponde o está cerca de la normal el turbo está bien.
- Las emisiones de escape deben estar correctas, es decir no debe haber ningún tipo de humo saliendo del tubo de escape, por lo que para inspeccionarlo podrías valerte de una persona que acelere el motor mientras observas en la parte posterior de que todo esté bien.
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