El reciclado y la recuperación de automóviles y recambios de piezas de segunda mano para vehículos al final de su vida útil se están convirtiendo en un problema cada vez más grave. Baste decir que la industria automovilística genera cada año en Europa unos 6 millones de vehículos al final de su vida útil, lo que, traducido a peso, corresponde a unos 6 millones de toneladas de residuos. Según los datos más actualizados, casi todos los vehículos al final de su vida útil gestionados a escala europea se someten a reutilización y reciclado, mientras que una minoría se destina a valorización.

El proceso de gestión de vehículos al final de su vida útil en los desguaces

Para ser enviados a reutilización, reciclaje y valorización, los coches y los recambios de piezas para vehículos al final de su vida útil se someten a tres tratamientos principales: aseguramiento, desmontaje y trituración.

  1. La primera etapa consiste en la eliminación de las sustancias peligrosas, que los productores deben hacer identificables mediante un etiquetado específico. Esta etapa del tratamiento debe realizarse en las instalaciones de desguace. El aseguramiento de los coches y de los recambios de piezas usadas para vehículos al final de su vida útil consiste en la retirada de las piezas potencialmente contaminantes y peligrosas. Estas operaciones deben realizarse en las condiciones más seguras, evitando cualquier contaminación ambiental del suelo y el subsuelo, y sólo deben llevarse a cabo en una zona cubierta impermeable. Los procedimientos establecidos para la seguridad de los vehículos deben incluir la retirada de componentes como acumuladores, aceite usado, filtros de aceite, refrigerantes, combustible, recipientes de combustible gaseoso, líquidos refrigerantes de los sistemas de aire acondicionado de los automóviles, airbags, lámparas, sistemas de navegación y pantallas.
  2. A continuación viene la fase de desmontaje del vehículo, destinada a clasificar los componentes por tipos y características en función de su destino final: desmontaje de componentes; retirada, separación y almacenamiento de materiales y componentes peligrosos (para no contaminar los posteriores residuos de fragmentación del vehículo al final de su vida útil); posible desmontaje y almacenamiento de los recambios de piezas para vehículo comercializables (motor y piezas de recambio), así como de materiales y componentes valorizables (plásticos, vidrio, neumáticos, etc.), para no comprometer las posteriores posibilidades de reutilización, reciclaje y valorización.
  3. A continuación, la chatarra procedente de los desguaces de automóviles se envía a la planta de trituración. El objetivo principal del tratamiento de trituración es la recuperación de la fracción metálica, que generalmente se destina a los procesos de fusión en las plantas siderúrgicas. Los principales flujos de material que salen de la planta de trituración son la chatarra y la fracción ligera procedente de la trituración (pelusa). La trituración de automóviles da lugar a una mezcla de metales férricos y no férricos (por ejemplo, aleaciones de cobre y aluminio), denominada residuo de la fragmentación de automóviles (ASR, por sus siglas en inglés). Los ASR se componen de vidrio, fibra textil, caucho, fluidos de automoción, plásticos, áridos y suciedad. El ASR se diferencia a veces en fracción ligera y pesada. Estos residuos se denominan "residuos de automoción". La gestión de las pelusas de los automóviles reviste una importancia esencial para alcanzar los objetivos de valorización fijados por el legislador comunitario. De hecho, las pelusas de automóvil representan una parte significativa, entre el 15% y el 20% del peso de un vehículo al final de su vida útil. Teniendo en cuenta que el objetivo de valorización es del 95% del peso medio del vehículo, es evidente que si no se recuperan las pelusas de los coches este objetivo nunca se alcanzará. Hoy en día, en casi toda Europa su destino predominante es la eliminación de recambios de piezas para vehículos en vertederos.

Gran importancia para la protección del medio ambiente

El final del ciclo de vida de un coche implica que su propietario tiene que desmontarlo, lo que debe hacerse siguiendo normas precisas y en un centro de recogida y desguace autorizado por el lugar de residencia.

Para proteger al máximo el medio ambiente y reducir los impactos negativos sobre él, un centro de desguace de automóviles está sujeto a obligaciones muy precisas en cuanto a ubicación, estructura, organización y cumplimiento de los requisitos de autorización: empezando por el diseño, la protección del medio ambiente y la salud debe considerarse prioritaria.

El desguace de un coche requiere competencias específicas, ya que también implica la recuperación de recambios de piezas para vehículos y la correcta eliminación de residuos especiales. Las actividades realizadas por un desguace de automóviles son, por tanto, de gran importancia para la protección del medio ambiente. Al final de cada procedimiento, tomando las precauciones necesarias, el equipo de profesionales que trabaja en nuestra empresa procede a recoger y depositar los materiales en los lugares adecuados, cumpliendo plenamente la normativa nacional y comunitaria de protección del medio ambiente.

Nuestra empresa siempre se ha distinguido por su profunda sensibilidad medioambiental, lo que la ha llevado a una constante búsqueda de innovaciones tecnológicas y procedimentales que garanticen una mejora continua en su actuación.

Desguaces Castilla es una empresa que se ocupa de la demolición de máquinas antiguas o averiadas. Contando con un personal altamente cualificado, pone a disposición de sus clientes profesionalidad y experiencia, realizando trabajos precisos y de calidad. Es por ello que la tienda online de Desguaces Castilla cuanta con decenas de miles de piezas de coches de segunda mano de gran calidad.

Producto añadido a la lista de deseos

Mas información